No al PIN PARENTAL

Todos y todas conocemos, a través de los medios de comunicación, la actividad de la organización "Hazte Oír". Sí, ese autobús que se recorrió media España promulgando y afirmando cuáles son los genitales que les corresponde a los niños y cuáles les corresponden a las niñas, olvidando que el género y el sexo son conceptos diferentes. 

Pues bien, recientemente ha llegado a los centros docentes públicos de Andalucía, imagino que también al resto de España un dossier de "Hazte Oír" junto a un manifiesto y una carta explicativa también acompañada de un formulario denominado "Pin Parental". En esta documentación vemos como se incurre en lo que previsiblemente pueda considerarse delito de odio relegando a un segundo plano el derecho y la libertad de las diferentes formas de manifestar el amor. Consideran que, para que en la escuela se hable de temas relacionados con la diversidad sexual en todas sus vertientes o conceptos como la disforia de género, se pida un permiso especial a las familias que deberían firmar manifestando su consentimiento para que sus hijos e hijas escuchen contenido relacionado con esta materia. En caso contrario, sus hijos e hijas no podrán escuchar hablar de la homosexualidad, la transexualidad o cualquier otra realidad relacionada con la diversidad sexual. Insisto, no podrán "escuchar hablar". Algo bastante incongruente en una sociedad plural y diversa en todas sus posibilidades, una actidud nada adecuada si hablamos de que nos piden contradecir la ley y os explico por qué. Si nos restringimos al campo de la educación que es el que nos afecta directamente tenemos varios ejemplos como: 

1. El Decreto 126/2014 de 28 de febrero por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, dice en su artículo 10 sobre elementos transversales lo siguiente: La programación docente debe comprender en todo caso la prevención de la violencia de género, de la violencia terrorista y de cualquier forma de violencia (...) 

2. Mediante la Orden de 28 de abril de 2015, se reguló un protocolo sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz, que tiene como objeto establecer orientaciones y pautas de intervención para la adecuada atención educativa del alumnado con una identidad de género diferente al sexo asignado al nacer o del alumnado transexual. 

3. La Ley 8/2017, de 28 de diciembre, para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía, establece que tiene por objeto garantizar los derechos y la igualdad de trato por razón de orientación sexual, identidad sexual e identidad de género de las personas homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero y/o intersexuales (LGTBI), y de sus familiares, en la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Esto no son más que ejemplos de por qué es necesario trabajar estos conceptos y esta materia, a niveles generales y niveles específicos dentro del ámbito educativo, sea público o no, pero sobre todo público que garantice la libertad y los derechos de todas las personas. 

Porque vivimos en un mundo heterogéneo que, afortunadamente es bien diverso en las manifestaciones de amor. El entorno educativo no persigue otro objetivo que dar a conocer lo que existe en la sociedad real y fomentar el respeto y tolerancia ante las libertades y derechos de todas y cada una de las personas. Derecho y libertad a vivir felices y libres en su propia forma de comprender el amor, con respeto ante las libertades del resto de personas, hecho que "Hazte Oír" no hace, no respeta las diferentes formas de amar y pretende anular el conocimiento de una realidad que existe y que es necesario conocer para, entre otros motivos, prevenir formas de violencia en el futuro. 

El CEIP Manuel Alonso manifiesta su malestar y afirmamos que nos van a tener enfrente una y otra vez. No permitiremos que entre nuestros alumnos y alumnas se deje de fomentar el respeto y la tolerancia ante la diversidad sexual de los niños y niñas que necesitan organizar sus inquietudes y su forma de comprender el mundo. Afortunadamente, en la comunidad educativa que nos rodea existe gran comprensión por la necesidad de educar en el respeto y la tolerancia, desechando toda manifestación de odio por parte de este tipo de personas. 

Sí, les acusamos de delito de odio hacia una comunidad que sigue sufriendo violencia por vivir dignamente y en libertad. Delito de odio por exigir que se formen leyes que impidan conocer y comprender a todas las personas que viven felizmente en su libertad. Un delito de odio que en una sociedad en la que vivimos no debe tener cabida y provoca disgregación social, humana y ciudadana.

Nos tendrán enfrente una y otra vez si siguen odiando a las personas que solo piden respeto y tolerancia, que solo quieren ser felices en su forma de amar. 

Como coordinador de igualdad del centro afirmo que en este centro educamos en la diversidad y en la igualdad de todas: igualdad efectiva entre hombres y de mujeres, de raza, sexo o religión, de llevar sombrero o de no llevarlo, de llevar pantalón o llevar falda, de jugar al fútbol o al bádminton, de todo tipo de diversidad y de todas, de todas las personas. 

Y no, no vamos a contravenir la ley porque a ella nos debemos y como parte de equipo directivo de la Escuela Pública no solo me corresponde cumplir la ley, sino velar porque se cumpla en el entorno más inmediato, denunciando toda práctica que impida a cualquier ciudadano o ciudadana no disfrutar de los derechos y no cumplir los deberes que la legislación le obliga. 

Nos acusan a los centros públicos de adoctrinamiento afectivo-sexual, cuando no fomentamos la práctica de ninguna moral ni modelo de vida, solo ofrecemos conocimiento para favorecer la tolerancia y el respeto ante la diversidad sexual. Pero no creo que una entidad que pide la implantación del "Pin Parental" sea la más indicada para acusar este tipo de medidas educativas como adoctrinamiento. 

José Manuel Romero Cortés

Coordinador de Igualdad CEIP Manuel Alonso