En el colegio Priory de Lewes, en East Sussex llevarán un atuendo de "género neutro" al centro. Consiste en un uniforme que no haga diferencias de género entre los niños y niñas ya que muchos alumnos y alumnas, así como sus familias, se han quejado del largo de las faldas o de la corbata exclusiva para los niños.
Además, la población trasguero ha aumentado considerablemente por lo que consideran que esta medida solucionaría muchas dificultades personales presentadas por este colectivo, ya que es importante para ellos.
Esta medida de inclusión ha favorecido el debate en este país, en el que se plantean incluir ideas como instalar lavabos unisex o permitir que los alumnos elijan si llevar faldas o pantalones, independientemente de si sus cuerpos son de chicos o chicas.
Algunos políticos no están de acuerdo con esta medida y alegan que "hay que dejar que los niños sean niños y las niñas sean niñas y no confundir" mientras que para Mermaids UK, una organización que apoya a los menores transgénero y a sus familias consideran que "instaurar uniformes de género neutro es una de las muchas simples maneras en las que las escuelas pueden ayudar a los alumnos que lo pasan mal por su género, de una u otra manera. Los colegios deben tomar una postura clara y abrazar la diversidad, no importa cuán pequeño sea el número de personas afectadas".
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